Thursday, October 27, 2005

la somnífera

alguna vez sonrió al vacío, mientras cruzaba la calle, esta ves no,
tal ves sonrió a una mirada indiferente,
sentía extraño al tratar de descifrar que sentía, porque sus visiones siempre giraban alrededor de una mirada imaginaria, veia a los demás recostados y gimiendo del "viaje" no podía evitar la nostalgía inesplicable, el dolor de una vida anterior, otra vida en la que habia perdido una mirada, ahora solo obsevaba el vacío en espera de una epifanía que desencadenara el súbito regreso a "esta realidad" que tanto la distinguía.

Sunday, October 23, 2005

" No habían sabido
de los jardines
los jardines opalescentes
que se mecían
detrás de sus ojos
tan tenues como el rocío" wendy wieber
fotografía de Paul Strand

Saturday, October 22, 2005

"el oscuro murmullo" (a.i.)

Y cuando cayó al asfalto, no intento levantarse, tampoco volteó para verificar los testigos, ni se ruborizó sintiéndose estúpida, prefirió humedecer las mejillas en la brisa fría, esperar aquellos pasos apresurados que sentía llegar, el alma que desde hace unos meses cuidaba de ella… otoño, había sido otoño, y sus ojos llovían de alivio, ya no vivía vacía.
*frase de Wendy Wieber

Sunday, October 16, 2005


"me estas mirando con tus rojas promesas [...]
Mi vida se cierra. mi vida se abre. Estás dentro de mi."
Muriel Rukeyser
trois jolies mois

"coprología de prosapia quevediana" j.c.

no solo utilizo el aliento para gruñirle al oído, también la tierra que le había sido ofrecida al nacer

y ella escuchó el mar, el viento, el sudor, hubo algo más que hizo correr olas por sus venas, que volvió arena la piel que desgarraba con sus uñas. ¿dónde fue que encontró ese sopor único? estudió aquella confusión que había acaparado el ambiente, pero no podía pensar, solo entregarse al piadoso y fuerte abrazo que la protegía de las sabanas, y de pronto se veía felina, sus pupilas eran rajadas y sus dedos escondían afiladas zarpas, deseo tanto abrir aquel cuello para hacer brotar un mar, un río azul, una ola índiga.

Monday, October 10, 2005

La penumbra (a.í.)

...escuchó murmullos mientras bajaba escalones, esas voces que seguían su sombra y no resistió detenerse un momento para tratar de descifrar lo que señalaban con aliento que apenas sentía.
Tragó saliva y ahí seguían las nauseas, tan persistentes como hacía una hora, no causadas por indigestión, sino miedo, el miedo que despertaba por las madrugadas, el recelo a envejecer...

Violeta


"La mirada del escritor se queda fija en una de las flores durante largo tiempo y, poco a poco, logra introducirse en su escencia"
Mario Bellatín
(pintura de Jorge Tellaeche::http://www.tellaeche.com/)

posesión (algo índigo)

Y sucedió cuando sintió el golpe en la sien, vio blanco y un dolor punzante la regreso a la realidad, no sabía cuanto había tiempo había transcurrido, pero hace unos segundos no residía con su cuerpo, algo había catalizado un transporte, una sombra se había poseído de su cuerpo y había actuado por ella, mientras tanto había viajado a un campo de árboles cárdenos, en esta ocasión tuvo oportunidad de probar el violeta, pero su sabor tan indescriptible como siempre no había superado el tacto de un color con tanta personalidad. Ahora con algo de humillación y desconcierto se paró y entró a la sala esperando no haber causado mucho estruendo.

Thursday, October 06, 2005

Rouge


"eres el dueño de un ámbito cerrado como un sueño"

j.l.b.

Le reveil

Fue al momento de cruzar la avenida que lo sintió, el tiempo se había detenido, todo por ella, fue en ese segundo perpetuo que se sintió con el poder de despojarse de toda vida y querer vivir todo a la ves, pues había conocido el júbilo puro, la caricia eternamente dócil que un ser jamás pudiera recibir y gracias a aquello el tiempo se había detenido, cierto es que cada persona es capaz de esta hazaña, pero pocas se toman el tiempo de intentarlo. Vislumbrando a su alrededor, alcanzó a ver las hojas que caían de los árboles suspendidas en el vacío, las partículas de brisa y los rayos de luz jugando con la sombra en un rincón, el sol que atardecía quedaba en un mismo sitio recibiendo un descanso de sus vueltas diarias.
Cuando soltó el tiempo y las cosas retomaron la marcha, escuchó un suspiro sordo, esos que se escuchan justo antes de un grito, volteó al pavimento y vio rojo, manchas escarlatas y un cabello carmín, al acercarse comprendió la escena, quiso despertar de aquel sueño, pero no estaba en su poder, solo le restaba consolar a ese moribundo espectro que amaba mas que a sí misma.