No respires tan hondo,
que puedes reventarte los pulmones,
¿Y luego que?
¿Los llevarás arrastrando por el suelo?
Empolvándose,
dejando hilos de aire colgando por ahí,
y charcos de suspiros que humedezcan mis pies.
Siento no haberlo evitado
haber desconfiado de mi intuición,
guardándola en un baúl,
y salir desprevenida a la azul velada.
Sunday, September 04, 2005
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