Fue al momento de cruzar la avenida que lo sintió, el tiempo se había detenido, todo por ella, fue en ese segundo perpetuo que se sintió con el poder de despojarse de toda vida y querer vivir todo a la ves, pues había conocido el júbilo puro, la caricia eternamente dócil que un ser jamás pudiera recibir y gracias a aquello el tiempo se había detenido, cierto es que cada persona es capaz de esta hazaña, pero pocas se toman el tiempo de intentarlo. Vislumbrando a su alrededor, alcanzó a ver las hojas que caían de los árboles suspendidas en el vacío, las partículas de brisa y los rayos de luz jugando con la sombra en un rincón, el sol que atardecía quedaba en un mismo sitio recibiendo un descanso de sus vueltas diarias.
Cuando soltó el tiempo y las cosas retomaron la marcha, escuchó un suspiro sordo, esos que se escuchan justo antes de un grito, volteó al pavimento y vio rojo, manchas escarlatas y un cabello carmín, al acercarse comprendió la escena, quiso despertar de aquel sueño, pero no estaba en su poder, solo le restaba consolar a ese moribundo espectro que amaba mas que a sí misma.
Thursday, October 06, 2005
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