Boda de ocasión

Los rumores eran ciertos, las criaturas del patio se murmuraban la noticia con desconcierto, y es que la idea resultaba ridícula, algo más que teatral, digno de una canción de Cri Cri, con su dosis ordinaria de utopía. Y es que la pareja más absurda de todo el jardín celebraría una boda, un dúo inimaginable, de corte burlesco pero con un aire encantador, a pesar de los constantes comentarios y críticas que recibían, eran muy queridas por la comunidad del huerto, tal par era la gatita parda y la ardilla carmesí, a simple vista nada tenían en común y si te acercabas, más te percatabas de la incompatibilidad de sus caracteres, pero eso no parecía importarles, al cumplir 6 lunas se casarían en presencia de sus compañeros de pasto.