Saturday, November 01, 2008

Mi encuentro con el cliché Greenpeace



Estoy llevando Toxicología Marina y el domingo pasado fuimos a Eréndira a colectar algas. Por la tarde vimos que a pocos metros de la orilla se veía el cuerpo de un tiburón o cetáceo bastante grande, flotando/nadando con las olas, no era claro si estaba vivo o muerto.

Al día siguiente apareció el cuerpo de una ballena dentada ya medio descompuesta en la arena, fuimos a verla, Sarah por poco vomita las quesadillas sobre las piedras con la fría brisa con olor a carne podrida. El cuerpo tenía una expresión graciosa o tétrica, le tomé fotos con el cel y según mi poca experiencia era un Grampus griseus, o Calderón gris (según Wikipedia) aunque no lo aseguro.

Por alguna razón las ballenas muertas llevan consigo mucho pero mucho más peso emocional, o cultural yo que sé, para los humanos que la gran mayoría de los demás habitantes del mar. Tal vés por que son mas "cercanos" a nosotros, o porque son inteligentes, o por que son sociales, o porque cantan, no lo sé, pero me gustó el rostro de esta ballena (si, para mi todos los cetáceos son ballenas, no me importa que me reclamen los oceanólogos, me interesa un nabo la semántica en este momento), este ser tal ves llegó a pensar, a enojarse, a jugar, en fin, es todo.


3 comments:

Anonymous said...

oh...comida podrida

Anonymous said...

Me regalaste una caja de pokis, ¿eso significa que somos amigos?

Anonymous said...

si, no? este se veía que era re juguetón... hasta se murió sonriendo jeje...

son como nosotros
pero viven en el mar


que suertudos.