Thursday, January 26, 2006
(a.i)
Bueno, esta ves el sudor helado no la paralizó dentro de las cobijas, ya le eran conocidas sus ataques de pánico, sobre todo en las noches en que dormía sola, el silencio le recordaba incesantemente que al final todo cesaría. Aquella noche se acostó desnuda en un intento de engañar la conciencia de su propio aislamiento, por lo que al destaparse cada poro de su tez se erizó en una violenta queja, volteó a una ventana, ni una estrella o luna que iluminara el ambiente, tal vez sería la luz de la ciudad, tal ves su vista que cada día empeoraba, inevitablemente se encontraba en la penumbra, ineludiblemente era sola.
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